"La quinta mujer" [2]. Demonios interiores.

"Wallander conducía por el luminoso paisaje de otoño y pensó que a veces cedía con demasiada facilidad a sus demonios interiores".

Conozco esa sensación. No se si justificadamente o no pero, igual que wallander, cedo muy facilmente a mis demonios interiores. Y, son muchos. Unos me persiguen desde hace tantos años que sería incapaz de recordar cuando aparecieron, mientras que otros son temporales, circunstanciales, igual que llegan se van. Unos me visitan solo de noche, y otros tienen un marcado caracter diurno. Unos se asoman a mi ventana solo entre semana, y los hay que solo se cuelan en mi mente sábados, domingos y fiestas de guardar. Los hay veraniegos o invernales, laborales o vacacionales. Hay una buena colección de demonios jugando con fuego y tridentes en mi interior.

Todos ellos, temporales, perennes, estacionales, anuales, diurnos, nocturnos, laborables, festivos, tienen algo en común. Angustia y nervios y ganas de huir de mí mismo. 

Me pregunto si a Wallander le pasará igual.